Conte d’automne es de esas películas con el vino de fondo que uno puede disfrutar sin aspavientos emocionales.
La historia es simplísima: Magali una viticultora viuda con un hijo joven dedica todo su tiempo a las vides y al vino, pero se siente sola.
Su buena amiga Isabelle y la novia de su hijo urden sendos planes para conseguirle pareja.
La primera, mediante un anuncio en el periódico y la segunda, presentándole a un guapo profesor de filosofía que fue antes su amante.
Y eso es todo…
Muchas escenas en el viñedo, muchas copas de vino y pocas conversaciones sobre ello. En realidad no hace falta, la película va de una mujer solitaria que se muestra atemorizada ante la posibilidad de reencontrase con el amor y el viñedo es su telón de fondo y su espacio de aislamiento.
De hecho, el reproche que hago a la película es que en la primera escena de Magali, sobran las explicaciones sobre por qué su viña está llena de malezas en contraste conlos limpios viñedos de los vecino.
Reproche aparte, es una película recomendable, sin esperar grandes cosas, para ver con una copa de vino en la mano y conocer a sus personajes bien dibujados en el guión y con enorme presencia en el celuloide.
Año: 1998 País: Francia Dirección: Eric Rohmer Intérpretes: Marie Rivière, Béatrice Romand, Alexia Portal, Alain Libolt, Didier Sandre Guión: Eric Rohmer Música: Claude Marti, Gérard Pensanel, Pierre Peyras Fotografía: Diane Baratier