
Bebe ahora y ama, Damócrates: no para siempre
beberemos, ni andaremos siempre con muchachos.
Y las coronas, adornémonos la cabeza con ellas y unjámonos
de perfumes, antes de que otros nos los lleven a la tumba.
Beban ahora mis huesos todo el vino que puedan,
y una vez muertos… ¡que los ahogue Deucalión!
Estratón
Antología Palatina, libro XI
Grecia, Siglo II